domingo, 26 de octubre de 2008

Sólo hay un ideal....


El comentario mas común que se oye actualmente es que hay una gran crisis de vocaciones, porque eso ya paso de moda, porque los tiempos ya han cambiado; comentario que no puede estar mas alejado de la realidad, por que aquellos quienes lo dicen los evaden justificandose en razones tan superficiales...


Hoy en pleno siglo XXI Dios esta llamando a hombres y mujeres como siempre lo ha hecho, es sólo que en la mayoria de los casos, nos negamos a tomar ese gran paso porque nos sentimos indignos de recibirlo, por nuestro pasado, por la experiencia de pecado en la que nos encontramos sumergidos, por los muchos apegos a las cosas que en realidad no edifican, por temor, y por las muchas veces que lo hemos dejado de hacer su voluntad por dejarnos llevar de nuestros impulsos y deseos.


Es una experiencia dificil, tambien pasé por ella, y en esos momentos es dificil caer en la cuenta que Cristo precisamente no ha convocado a angeles para prolongar su mensaje en la tierra y a todas las gentes, los doce apostoles, no eran muy perfectos que digamos, eran hombres sencillos, llevados de su parecer, con miedo e inseguridades, algunos de ellos no erasn queridos por la gente por la vida que llevaban... y Cristo los llamó. A uno se le olvida que Dios escribe derecho en lineas torcidas. nos estancamos en la experiencia de pecado y no caemos en cuenta que aún en estos momentos en que no somos dignos de que él dirija su mirada sobre nosotros, es cuando nos toma en sus brazos y nos abraza fuertemente para decirnos una y otra vez en el silencio lo muncho que nos ama.
Y es que nos concentramos tanto en ser sacerdote o religios@, que pensamos en ella como si fuera un fin, pero Dios, por medio del bautismo nos ha señalado nuestro ideal: "SED SANTOS COMO YO SOY SANTO". Si somos dignos de aspirar a la santidad ¿porqué vamos a sentirnos indignos ante el cómo ir a ese fin?


Ánimo, No tengas miedo, Cristo va contigo.



1 comentario:

Didier Camilo dijo...

La amistad es un regalo muy bello que hemos recibido de Dios, gracias por compartir tu existencia con nosotros y por melodiarnos cada día al oído el gran amor de Dios.